viernes, 5 de noviembre de 2010

KILIMANJARO. 2a ENTREGA.

Lunes 25 de octubre de 2010, tras una pésima noche despertamos en Mandara Hut, primer campamento en la Ruta Marangu. Casi no he podido dormir por sensación de ahogo y presión en el pecho, veremos cómo sigue el día.

Aseo matutino con nuestro barreño de agua calentita y a desayunar. Súper desayuno digno de buffet de hotel 5 estrellas!!!. Tostadas, tortilla francesa, salchichas, tomate y pepino, este Brian (nuestro cocinero) es un genio, tenemos energías para todo el día. También nos dan nuestro picnic de hoy, ya más razonable que el de ayer: sándwich, fruta, madalena y un zumito.

Dejamos listos los petates para los porteadores y empezamos el camino destino Horombo Hut a 3.700 metros de altitud.

Esta ruta es la más sencilla y cómoda, pero paradójicamente no es la más multitudinaria. Está limitada por la capacidad del primer campamento, de Mandara Huts, unas 70 personas máximas. Cuando este campamento está lleno ya no se acepta a más montañeros. En cambio, en las rutas en tienda no hay limitación de capacidad y cada día pueden emprender la ruta centenares de personas.

A medida que avanzamos va cambiando el paisaje, abandonamos la selva y nos adentramos en el “moorland”, zona de arbusto bajo. De repente, en un giro del camino tenemos la primera vista nuestro destino final, “Kibo” nos dice Agust (nuestro guía), señala una cima con restos de nieve. Allí vamos, a la cumbre del Kilimanjaro.

El sendero, igual que ayer, es cómodo, ancho y gana altura muy suavemente. En esta zona aparece otro tipo de vegetación y plantas autóctonas de la zona, ya no hay altos ni frondosos árboles y la vista se pierde en el lejano horizonte. Otro día muy claro, temperatura agradable y el sol castigando nuestra desprotegida piel, sin crema solar vamos a salir de aquí tostaditos.

Me encuentro muy bien, perfecto, ni rastro de las malas sensaciones de ayer y de esta noche. Con la mejora de estado físico vuelva la mejora en los ánimos, Judith también está muy bien.

A 3.400 metros llegamos a la zona de picnic y wc de hoy, recordemos: Ruta Coca Cola.

El tiempo ha cambiado, aunque estemos en África y a 3.500 metros encontremos vegetación y nos movamos en manga corta, esto no deja de ser alta montaña y la variabilidad de las condiciones es imprevisible. Nos vemos envueltos por la niebla, hasta estar a 10 metros no vemos las cabañas de Horombo Huts.

Segunda jornada completada: 5h20 para 12 KM con 1.000 metros ascendidos.

Ahora toca la rutina diaria: registrarse al llegar, instalarse en la cabaña, asearse con el barreño de agua, palomitas y a descansar hasta la hora de la cena.

Volvemos a tener suerte y estamos solos otra vez en la cabaña. Aquí hay muchísimos ratones, sin duda los restos de comida humana son su festín. Son ratones de montaña, son simpáticos y no molestan, está lleno, incluso dentro del comedor, pero no en la cabaña.

La estructura de Horombo Huts es igual que Mandara, cabañas para dormir, comedor y baños. Pero este campamento es mucho más grande, aquí coincide mucha gente: los que suben como nosotros, los que se quedan una segunda noche para aclimatar como haremos nosotros mañana, y los que duermen ya de bajada tras hacer cima como tenemos previsto hacer nosotros dentro de 3 días. Es el campamento más concurrido de los 3 que conforman la ruta Marangu.

Descanso, paseo, lectura, hidratarse mucho, ir al wc (recordar: bebe-mear, el binomio del éxito para aclimatar), más descanso, cena.

La cena vuelve a ser espectacular, riquísima, tenemos un cocinero que vale un tesoro.

El comedor es una gran cabaña con dos mesas largas de punta a punta, una en cada lado de la estancia. Cada camarero se ocupa de reservar su espacio con un mantel. Pasamos la velada con una pareja italiana que mañana subirá a Kibo Hut, compartimos nervios y emoción.

Hoy hemos trasnochado, son ya las 20:00, hora de retirarnos a nuestra cabaña a descansar. De camino nos asomamos a ver las luces de Moshi, ciudad de la que salimos, quedan a nuestros pies.






El día que no empezaba bien ha acabado perfecto, nos encontramos los dos muy bien, pletóricos a 3.700 metros, ni ligeros dolores de cabeza tan siquiera, llenos de energía y optimismo. Esperemos que la noche transcurra igual. Por precaución nos tomamos un ibuprofeno antes de acostarnos.

Con tantas horas por delante y tanto líquido ingerido son inevitables las continuas escapadas al wc. Esta noche no hace falta frontal, tenemos la más potente y espectacular de las farolas, una luna llena que parece estar al alcance de la mano rodeada por un manto de estrellas comparable sólo al que vimos en el desierto del Sahara.

Martes, día de aclimatación. Hemos pasado la noche estupendos, parece que estamos bien adaptados a esta altitud. Levantarse, desayuno y pequeño paseo hasta Zebra Rocks para llegar a los 4.000 metros. Zebra Rocks, no requiere mucha explicación, una gran roca con aspecto de zebra, de lo más curioso. La noche fue totalmente despejada, la mañana amaneció clara pero ya nos vuelve a rodear la niebla.

Jornada de aclimatación: 3h10 8 KM y 400 metros ascendidos.

Todo bien, nos sentimos estupendos, buena sensación al respirar, sin dolor de cabeza ni mareos, bebiendo y orinando muchísimo, con buen apetito y durmiendo bien. Parece que estamos aclimatando bien. Resto del día de descanso en el campamento.

Emoción y nervios, mañana nos vamos a Kibo Hut, a 4.700 metros para emprender la última etapa, la buena, la de cima. Tras 3 días muy tranquilitos y relajados parece que de repente esto se acelera.

Pero eso será mañana.

2 comentarios:

issola dijo...

Anda ya hombre,acaba ya la crónica que esto es más largo que la trilogía del Señor de los Anillos con Golum, Frodo y sus amigos en la Tierra Media. Aprovecho para comentar varios puntos. Primero,es que la nutricionista no tiene jurisdicción en Africa? es que teníais la mesa llena de platos. Si había porteadores que llevábais en esas pedazo de bolsas a vuestras espaldas? Ahora resulta que en África las ratas son simpáticas. Pero si son roedores. En fin, sea como fuere lo mejor de todo es seguir viendo vuestro entusiasmo. Me encanta que lo compartáis con los demás. Pues eso, a esperar con nervios ese ataque a la cumbre. Espero que sea este fin de semana.

Unknown dijo...

Una frase para la posteridad... se la contaré a mis nietos... "bebe-mear, el binomio del éxito para aclimatar"
Pablo... ¡¡ERES UN POETA!!

Issola tiene razón, vale ya de tantas entregas, envíalo todo de golpe que esta noche ceno pizza y WC. jajajaa

Un saludo, Toni