domingo, 11 de enero de 2009

UN POCO DE HISTORIA

No siempre fuimos aficionados a desgastar zapatillas y devorar kilómetros, en realidad hace poco tiempo que nos dedicamos a pasar horas y horas dando zancadas. Siempre nos gustó la montaña, hacíamos excursiones, yo arrastraba mis 115 kilos por el monte, y cada media horita parábamos para fumar el cigarrito, no fuera que el aire puro nos contaminara los pulmones. Poco a poco las excursiones se fueron alargando, se podía llamar “senderismo extremo” (12 horas de caminata, y unos 1.500 metros de desnivel positivo). Se acabo el tabaco, fue fácil, empezó la dieta, eso ya cuesta bastante más, y un día nos dijimos, por qué no salir a correr un poquito por aquí cerca de casa y así seguro que nos ayudará a caminar más y subir mejor. Dicho y hecho, nos compramos unas bambas y unas mallas, y a correr: QUE DURO!!. Creo que no aguantamos 10 minutos. Sin ningún tipo de continuidad de vez en cuando salíamos a correr.

Llego un verano, hace sólo 3 años, y emprendimos uno de nuestros mayores retos hasta la fecha, la travesía Cavalls del Vent en 3 días. Por nuestra inexperiencia, era la primera vez que dormíamos en refugios, íbamos cargados como burros y llevábamos botas de alta montaña, o también de cocer pies, según se prefiera. En resumen, fue una odisea, lo conseguimos y lo sufrimos, pero cuando acabamos, y nos hicimos aquella foto en el Refugi de Lluis Estasen con nuestros carnets de ruta llenos de sellos y nuestro buff, sentimos que habíamos hecho algo grande, al menos para nosotros. Durante la ruta, coincidimos con varios grupos que salían a hacer la ruta en menos de 24 horas, sin descanso, ESTAN LOCOS!!! SON SUPERHOMBRES Y SUPERMUJERES!!! DE DÓNDE SALE ESTA GENTE!!! pensábamos.

Ese mismo septiembre nos apuntamos a correr nuestra primera carrera, la primera edición de Burriac Atac, carrera de montaña nocturna en Vilassar de Mar, unos 15KM con 1.200 metros de desnivel acumulado, corrimos juntos, Judith acabó vomitando y con cagarrinas entre los coches del parking de la playa, exhausta.

Al mes siguiente teníamos vacaciones, estuvimos en La Tour de Querol, nos compramos pulsómetro, y la vieja carretera de 5 KM entre La Tour y Puigcerda fue testigo de cómo no éramos capaces ni de correr media hora seguida, y el maldito pulsómetro no paraba de sonar al saltar la alarma del pulso fuera de la zona objetivo.

A partir de ahí ya empezamos en serio y fuimos constantes, vinieron muchas carreras, maratones de asfalto y de montaña, muchas rutas, travesías, pruebas de ultradistancia, pruebas por etapas y hasta Cavalls del Vent en menos de 24 horas. Nos convertimos en unos de esos locos que vimos un par de años antes.

1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Me parece extraordinario lo que contáis, llevo unos días ojeando vuestro blog y es muy motivador, llevo 1 año corriendo en serio, varias medias de asfalto y voy a empezar con el trail, espero con el paso del tiempo poder contar experiencias como las vuestras porque son fabulosas. Un saludo!